Para ti que has sufrido en este duro camino, para ti que has conocido la textura pegajosa del dolor y la desesperanza, que sabes cuánto cuesta girar la vista y prestar atención a los monstruos que tanto miedo dan.

Cuando los días se viven sin ilusión, con miedo y en soledad, cuesta tanto aferrarse a la poca luz visible, que ya a penas brilla con cierta intensidad.

Pero confías, buscas con algo de esperanza hallar una salida.

Y así nos conocemos, tú traes el corazón roto y yo te ofrezco el espacio seguro en el que comenzar a recomponerlo.

Gracias a tu confianza puedes iniciar un nuevo camino en el que pongo a tu disposición mis conocimientos, mi compañía y mi guía.

Redescubriendo lo vivido, arrojando luz y compasión allí donde duele.

Gracias por darte la oportunidad de reescribir tu historia, liberarte de sobrevivir y comenzar a vivir.

Gracias por permitirnos acompañarte en lo más preciado.

Gracias por enseñarnos el lado humano más auténtico y permitirnos crecer en cada encuentro.

Os deseamos un nuevo año lleno de vida.

Elena y Alicia