
A veces negamos su existencia porque nos resultan desagradables. No son positivas ni negativas en sí mismas, pues de todas ellas podemos sacar un gran aprendizaje. Sin embargo, algunas emociones pueden resultarnos desagradables y, por lo tanto, podemos intentar distraernos de ellas o ignorarlas.
¿Qué emociones intentas evitar? ¿Qué estrategias utilizas para hacerlo? ¿Cuál es el resultado de las mismas a corto y a largo plazo?
En ocasiones puede ocurrir que, cuanto más empeño pongamos en silenciar alguna de nuestras emociones, más poderosa y revulsiva será cuando aparezca.
Es, por ello, necesario aprender a convivir con ellas, para que produzcan tan sólo el efecto que tengan que producir y no hacer sus consecuencias más desagradables intentando evitarlas. Porque podemos llegar a limitar mucho nuestra vida.
Por eso, lo más recomendable es que aprendas a distinguirlas, a verlas, que les permitas el espacio que necesiten para liberar su energía y el mensaje que tienen que darte.
Y, después, pasarán, porque sólo necesitan de un tiempo y un espacio donde moverse libremente con aceptación para dejarnos el mensaje que esconden.
¿Se te ocurre alguna forma más saludable para afrontar las emociones desagradables que no sea huyendo de ellas y dándoles más poder?