Llega un momento en que toca dar el salto de la comodidad, volar, arriesgar, tomar las decisiones por un@ mismo@. Alejarse del confort de lo conocido y saltar.
Sin saber qué sucederá.
Pero es que nunca se sabe lo que sucederá. Quedarse paralizado y cómodo allí donde has estado siempre no evitará las sorpresas de la vida, gratas o ingratas.
Así que, si te vas a caer, al menos que se volando tu propio rumbo.